La avaricia se puede definir como un deseo sin mesura de poseer y atesorar bienes y riquezas. Aspectos como la codicia y la tacañería están relacionados también con este término.
Es una actitud inconsciente de actitud recelosa hacia los demás, de una desconfianza excesiva. Es un signo de introversión y de repliegue hacia uno mismo.
La persona avariciosa tiene reducida la capacidad de comunicación con el medio así como su capacidad de expansión.
Los rasgos gráficos de la avaricia son los siguientes:
La escritura es pequeña. Inferior a 2,5 milímetros, muy junta y apretada.
Los márgenes están ausentes o son casi inexistentes.
Los trazos iniciales son largos y los finales cortos.
Escritura regresiva.
Mayúsculas separadas.